“Quería recibir apoyo psicológico, pero no me puedo desplazar, por suerte, por medio de la terapia on-line he conseguido el apoyo que necesito”.
La base de la terapia psicológica es la comunicación entre personas, pero ¿qué pasa cuando no se puede acceder a una consulta físicamente?
Problemas de dolor crónico, enfermedades discapacitantes, personas con familiares dependientes, escasa disponibilidad de tiempo, residencia en zonas rurales o en otras ciudades o países y la situación actual de confinamiento por el coronavirus.
Estas son situaciones por las que algunas personas que necesitaban terapia, pero no podían acercarse a mi consulta, han accedido a ella vía on-line.
Los beneficios que señalan los pacientes de la terapia on-line son:
- La comodidad de acceso desde el lugar que se desee.
- La facilidad para encontrar el momento ya que no se invierte tiempo en el desplazamiento.
- Mayor flexibilidad en los horarios sin interferencia en otras actividades de la vida diaria.
- Facilidad para expresarse, en personas con dificultades para relacionarse con otras personas el mayor anonimato y mayor sensación de guardar la propia intimidad.
Aparentemente no es lo mismo que la terapia presencial, sin embargo, el funcionamiento es similar y los estudios al respecto y mi experiencia personal, demuestran que el éxito de la terapia es equivalente a la realizada de forma presencial. Además, la terapia on-line se puede completar con información enviada por mail u otro tipo de mensajería física que complementa la terapia.
Lógicamente hay unos requisitos mínimos para poder realizar este tipo de tratamiento psicológico: un ordenador o Tablet con conexión a internet y un conocimiento básico del uso de la tecnología.
Es importante tener en cuenta que la legislación vigente y el código deontológico de los psicólogos ofrece las bases legales, de acuerdo a la ley de protección datos, que garantiza la confidencialidad de la terapia.