Con 38 años sufrí una lesión grave de espalda, desde entonces el dolor ha sido constante y me ha ido limitando y arrinconando hasta que en los últimos 3 años me había destruido, sin perspectivas, sin ilusión, sin objetivos sin encontrar ningún consuelo, atrapado en los analgésicos. Después de muchos tumbos conocí a Almudena recomendada por una colega.
Ella ha sido clave para romper la espiral que me estaba destruyendo, conoce el dolor, sus consecuencias y soluciones que me han ayudado a volver a mirar el futuro, no ha desparecido el dolor, otros tratamientos lo controlan de alguna manera, me ha ayudado a comprender lo positivo de mi vida y a concentrarme en apreciarlo y en plantearme objetivos alcanzables, poco a poco recupero la ilusión de vivir.
JAVIER, Valencia